Meditación y mindfulness, descubre las diferencias

La meditación comienza con una práctica de atención plena en la que la persona toma contacto en el aquí y ahora con su pensamiento y percepción

La meditación es un nombre general que engloba diversas técnicas: se pueden usar visualizaciones, la mente analítica, procesos de pensamiento positivo, y trabajos de estabilización mental o indagación sobre los procesos de la conciencia. El mindfulness o atención plena es un tipo de meditación.

“Los lamas, al llegar a Occidente hace muchos años, comentaban que les era mucho más fácil entenderse con los psicólogos que con los sacerdotes, porque los psicólogos se acercaban al conocimiento del individuo a través del estudio de las emociones, de cómo funciona la mente, de los estados de conciencia y demás, que son también el campo de exploración de la tradición budista”, se aclara en estos documentos. “No obstante, aunque ambas disciplinas exploran el mismo campo, la finalidad del budismo es que la persona descubra su naturaleza esencial, despierta o búdica, que está ahí desde el principio”, se añade.

Meditación y mindfulness

“El mindfulness —dice Lama Tashi Lhamo— es meditación, y está tanto en el budismo como en el hinduismo. Es la primera técnica de meditación que se aprende, a la que se llama ´shamata´ en sánscrito o ´shiné´ en tibetano, y tras la que se va hacia prácticas más avanzadas. Se ha extraído del contexto espiritual y se ha acercado con un lenguaje psicológico a Occidente. Se ha hecho muy accesible porque se ha sabido presentar bien”.

Mindfulness se entiende en algunos ámbitos de un modo únicamente materialista. En ellos se aplica la atención plena a la eficacia y a automatizar procesos. Y es triste que se popularice más para sacar un rendimiento y como un producto de consumo, que para estar al servicio del desarrollo pleno de la persona”.

Para esta lama, que valora la influencia positiva que el mindfulness está ejerciendo en la difusión de la meditación, a esta práctica “se le está pidiendo demasiado. Parece que vale para todo. Es un globo que explotará, pero está ayudando a que la gente supere los estereotipos y resistencias que tiene ante la meditación”.

“Cuando se exagera algo, luego se degrada si las expectativas son muy altas. El mindfulness está dirigido al mercado como producto de consumo. Cuidado con exagerar: una cosa es descubrir que el mindfulness puede ser estupendo, y otra pensar que es la solución para todo”, matiza. “Hay una diferencia importante entre el mindfulness que se ha extendido en Occidente y el mindfulnes de la meditación. Este último requiere una actitud altruista y busca el despertar espiritual”.

Meditación: los marines y el ejemplo de la serpiente y la soga

Los tiempos que se manejan en la meditación son lentos, sus objetivos no se dirigen al mercado y su centro es el conocimiento de la persona. “¿Qué es entonces la meditación?”, preguntamos a Lama Tashi Lhamo.

“La meditación comienza con una práctica de atención plena en la que la persona toma contacto en el aquí y ahora con su pensamiento y percepción, con el objetivo de estabilizar la claridad y la apertura de la mente con independencia de la agitación mental, sin coacción alguna”, respondió para EFE

Y pone un símil para contrastar: “Los marines también tienen una atención plena en lo que hacen, pero su atención plena es coactiva y no está al servicio del pleno desarrollo de la persona”.

La maestra prosigue en sus explicaciones sobre la meditación: “La meditación nos hace descubrir cómo somos en realidad, desde un ángulo pleno de paz y bienestar, sin confrontación, sin coacciones, desde la vía del autodescubrimiento. Actualmente estamos confundidos, y la meditación nos ayuda a descubrir ese hecho y cómo sucede”.

Lama Tashi Lhamo pone este ejemplo tradicional: “Atardece. Hay un sendero, y una soga al final del camino. Pero estamos lejos y es casi de noche. Lo que ves parece una serpiente y reaccionas como si lo fuera. En tanto que pasas miedo, la serpiente existe para ti. No es real, pero para ti sí, es virtualmente real. Tiene la virtud de provocar un efecto en ti sin ser real. Es una percepción errónea”.

“Este descubrimiento no se hace a través del pensamiento. Necesitas un elemento que no sea pensamiento para descubrir la presencia del pensamiento”, añade.

“Para ello al principio hay que fijar la atención en un punto concreto de referencia, como el tacto de los dedos o la respiración, y evitar la distracción del pensamiento”, expone respecto a la manera de meditar.

Via 24-horas.mx

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